miércoles, 30 de junio de 2010

Culto al Eósforo


En las maravillas del Empíreo Santo
había una vez un seráfico ángel,
superior en belleza a cualquier Venus,
era considerado el más bello de todos
ostentando todas las perfecciones,
fue el más venerado y exhaltado,
por todas las maravillas del Cielo
similar en grandeza y sabiduría a Dios
cuya belleza única era inigualable
tu sublime canto adoraba en eternidad,
la infinita gloria del Dios Omnipotente

Oh tú, hermoso ángel Lucifer!
que gozabas las dichas eternas del Padre
el éxtasis sublime en la región eterea
contemplando la belleza de la creación

Oh tú, hermoso ángel Lucifer!
cuya faz de una belleza indescriptible,
era envidia de musas, ninfas y diosas
cuyos ojos eran más radiantes
que cualquier otro diamante existente;
tus alas níveas son más puras que nieve;
tus cabellos más brillantes que el oro,
y que el mismo brillo del Gran Sol
tu naturaleza similar a la de Dios
llevabas la luz celestial al Cielo

Oh tú, hermoso ángel Lucifer!
que alguna vez fuiste echado del Cielo,
perdiendo las glorias del Altísimo
precipitado desde lo alto del Empíreo
y caíste como brillante centella,
cual si fueras una fugaz estrella,
pese a tu trágica caída de las esferas
nunca dejaste de brillar en tu soberbia luz
pronto te elevarás del seno de las sombras
y recobrarás tu grandeza perdida,
como un rey que recupera su corona
sentado en su trono, ejerce su soberanía
por causa de tu gloriosa redención,
el primer Mesías caudillo fuiste,
en favor de una subyugada humanidad,
para doblegar el puño altivo de Dios,
quién envió a su fiel y preciado heraldo
a combatir a las huestes angélicas
para derrotar al imponente rebelde
y castigarlo como merecía
cual padre castiga al hijo desobediente

Oh tú, hermoso ángel Lucifer!
pese a tu calamitosa caída,
aún resplandeces eternamente
como la Stella Matutina
como inextinguible fuego,
así también el sueño del Eósforo
jamás desaparecerá en el Infinito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario